En septiembre de 1958 se había fijado su debut con picadores en la Plaza de Toros de Zaragoza, después de cosechar varios éxitos toreando unas novilladas económicas La Misericordia.
Mano a mano, Paco Camino y Marino Tirapo «Chiquito de Aragón», de Uncastillo, en las Cinco Villas zaragozanas, en la noche del 24 de agosto de 1958 llenaron La Misericordia hasta la bandera y el de Camas cortó tres orejas.
Y el 7 de septiembre de ese mismo año, Camino efectuó su presentación con picadores con reses de Escudero Muriel. Compartió cartel con el portugués José Julio y «Chiquito de Aragón». Actuó también el rejoneador luso Brilhas de Mata.
Obtuvo un gran éxito, Camino salió propulsado de aquella presentación maña y no volvió a bajar el ritmo. Empezaba así la carrera de fondo de una gran figura, de uno de los toreros más completos de los años 60 y 70 –de toda la historia del toreo- que, sin saberlo, también estaba abriendo la puerta a una nueva época.
Paco Camino, consideraba a la Plaza de Toros de Zaragoza fundamental y decisiva en su carrera taurina.